NARRACIÓN FICTICIA


EL PORFIRIATO.

A la muerte de Benito se sienta a la silla Sebastían Lerdo de Tejada alias el Chatán. Al terminar su reinado quiere seguir sentado y entonces llega mi compa Porfirio Díaz alias el Pío y quien furioso se lo impide y le dice a la vez te quitas o te quito y que se la quita y se sienta por mas de 30 años en un periódo conocido como el Porfiriato.
En ese tiempo paso de todo la producción y la venta de la marihuana estaba en su apogeo y los mexicanos hasta arriba. Y ya bien locos todos contra el Pío quien les decía aguanten raza y así los aplacaba.

El Pío tenía todo friamente calculado, llenó de líneas ferroviarias al país con esto acarrearon y trajeron varios productos entre ellos cargamento para los güeritos que eran los principales clientes y ponían la feria en México.
Mientras la marihuana abundaba en el país los billetes verdes no paraban de llegar que hasta la cucaracha ya no podía caminar.

Los achichincles mexicanos estaban inconformes por que el Pío pagama más a los sicarios extranjeros. Uno de ellos fué Francisco I. Madero quien le manda un twitter al Pío diciéndole la plaza es mía; pero el Pío no se deja y lo manda levantar.
El pancho Madero logra escaparse y se va con los güeritos y desde allá manda narcomensajes que si no deja la silla se lo van a escabechar. El Pío huye diciéndo prefiero que digan aquí corrió que aquí murió; entonces Pancho Madero se queda con la plaza, y aquí empieza el desgarriate pues todos los sicarios festejan sacando sus armas largas como cuernos de chivo, granadas y bombas con quien se les ponía enfrente.

Hasta aquí les voy a contar por que me llegó un mensaje al iphone que si sigo de bocón me van a quebrar.